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El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo en una entrevista transmitida el domingo que está dispuesto a trabajar para normalizar las relaciones con Estados Unidos, a pesar de las continuas sanciones que paralizan a su país.
Los comentarios de Maduro se producen días después de que la oposición del país sudamericano votara para disolver un «gobierno interino» encabezado por Juan Guaidó, quien había sido reconocido por muchos países, incluido Estados Unidos, como el líder legítimo de Venezuela luego de las disputadas elecciones de 2018.
“Venezuela está lista, totalmente lista, para dar pasos hacia un proceso de normalización de las relaciones diplomáticas, consulares y políticas con la actual administración de Estados Unidos y con las administraciones venideras”, dijo Maduro en una entrevista difundida por la televisión estatal venezolana.
Maduro rompió relaciones con Washington en 2019, cuando la administración del entonces presidente Donald Trump reconoció a Guaidó como el «presidente interino» de Venezuela.
En un intento por obligar a Maduro a dejar el cargo, Estados Unidos lanzó una serie de sanciones contra Venezuela, incluido un embargo petrolero.
Aunque la administración del actual presidente estadounidense, Joe Biden, mantiene una política de no reconocer formalmente al gobierno de Maduro, el año pasado envió delegados a Caracas para reunirse con él y negociar intercambios de prisioneros, entre otros temas.
“Estamos preparados para el diálogo al más alto nivel, para las relaciones de respeto, y ojalá llegara un rayo de luz a los Estados Unidos de América, pasaran página y dejaran de lado su política extremista y llegaran a políticas más pragmáticas con Respeto a Venezuela”, dijo Maduro.
Tres de los cuatro partidos principales en la Asamblea Nacional de Venezuela, controlada por la oposición, votaron el viernes para poner fin al gobierno interino encabezado por Guaidó.
El organismo, elegido en 2015, ahora es en gran medida simbólico, ya que fue reemplazado por una legislatura leal a Maduro, aunque aún conserva el control de algunos de los activos de Venezuela en el extranjero.
Después de que se reiniciaron las negociaciones en México entre la oposición y el gobierno de Maduro a fines de noviembre, Washington respondió otorgando una licencia de seis meses al gigante energético estadounidense Chevron para operar en Venezuela.