Gustavo Cárdenas, uno de los estadounidenses liberados de la prisión en Venezuela, llegó a su casa en Katy, Texas, la madrugada del miércoles y su esposa dice que verlo frente a ella no parecía real.
«Estamos tan felices. No dormimos en toda la noche”, dijo Elena Cárdenas. «Todavía no puedo creer que esté aquí».
María y sus hijos habían leído informes noticiosos el martes por la noche que su esposo había sido liberado, pero no recibieron confirmación oficial del gobierno de los EE. UU. hasta más tarde en la noche, Cárdenas estaba en un vuelo de regreso a casa. Llegó a casa la madrugada del miércoles.
Dijo que Cárdenas fue revisado por dos médicos después de ser liberado y parecía gozar de buena salud, aunque está muy delgado después de pasar más de cuatro años, principalmente en la temida prisión Helicoide de Caracas.
María dijo que su hijo de 21 años con necesidades especiales, Sergio, estaba eufórico de ver a su padre y faltó a la escuela el miércoles.
Cárdenas, quien fue vicepresidente de relaciones con los accionistas de Citgo, fue uno de los seis ejecutivos de la empresa detenidos en noviembre de 2017 durante un viaje de negocios y acusado de corrupción.
El martes también quedó en libertad otro estadounidense, Jorge Fernández, detenido en febrero de 2021 y acusado de terrorismo tras presuntamente utilizar un dron. La liberación de los estadounidenses por parte del gobierno de Venezuela es un esfuerzo por mejorar las relaciones con la administración Biden.
La liberación se produjo después de una visita secreta a Venezuela de altos funcionarios de la administración de Biden durante el fin de semana en la que discutieron la posibilidad de aliviar las sanciones a las exportaciones de petróleo venezolano, así como la liberación de prisioneros estadounidenses. El gobierno de Biden sopesaba prohibir las importaciones de petróleo ruso mientras intentaba aislar al presidente ruso, Vladimir Putin, tras su invasión de Ucrania. Venezuela es uno de los aliados más fuertes de Rusia en la región.
«Estos hombres son padres que perdieron un tiempo precioso con sus hijos y todos los que aman, y sus familias han sufrido cada día de su ausencia», dijo un declaración del presidente Joe Biden leído.
Los cargos de corrupción por los que los ejecutivos de Citgo fueron encarcelados en noviembre de 2017 se derivaron de un acuerdo nunca ejecutado para refinanciar la deuda de la empresa. Citgo, con sede en Houston, es la filial estadounidense del gigante petrolero estatal venezolano Petróleos de Venezuela, o PDVSA.
Otros cinco ejecutivos de Citgo permanecen en prisión: Jorge Toledo, Tomeu Vadell, José Luis Zambrano, Alirio Zambrano y José Pereira. Habían sido convocados para una reunión de última hora en Venezuela alrededor del Día de Acción de Gracias de 2017. Una vez que estaban en la sala de conferencias de la sede de PDVSA en Caracas, agentes de seguridad armados y encapuchados los arrestaron.
Además de los cinco ejecutivos de Citgo, otros tres estadounidenses permanecen presos en Venezuela. Dos de ellos son los exsoldados de las Fuerzas Especiales de EE. UU. Luke Denman y Airan Berry, quienes fueron sentenciados a 20 años por su participación en un ataque fallido en la playa destinado a derrocar al presidente Nicolás Maduro, según los fiscales venezolanos. El otro es el infante de marina retirado Matthew Heath, quien fue arrestado y acusado de terrorismo en septiembre de 2020 por supuestamente tener un arsenal en su automóvil.
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