El gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro y la oposición rompieron el sábado un estancamiento político con un amplio acuerdo social, y el gobierno de los Estados Unidos respondió permitiendo que una importante compañía petrolera estadounidense reanudara sus operaciones en Venezuela.
El acuerdo presagiaba un posible alivio de la dura crisis económica y política en Venezuela.
Allana el camino para que EE. UU. supervise un fondo fiduciario de activos congelados del gobierno de Maduro que se utilizará para una variedad de proyectos sociales en el país sudamericano, incluidos programas relacionados con educación, salud, seguridad alimentaria, respuesta a inundaciones y electricidad.
Foto: AP
“Hemos identificado un conjunto de recursos pertenecientes al Estado venezolano, congelados en el sistema financiero global, a los que es posible acceder”, dijo Dag Nylander, diplomático de Noruega, que facilitó las negociaciones.
No se especificó el monto a liberar.
El acuerdo, firmado en México, puso fin a 15 meses de estancamiento entre las dos partes, lo que podría aliviar un flujo masivo de refugiados de Venezuela en toda la región e incluso afectar los mercados petroleros mundiales.
Maduro elogió el acuerdo en Twitter y dijo que «abre el camino para un nuevo capítulo para Venezuela, para seguir avanzando hacia la paz y el bienestar que anhelan todos los venezolanos».
El portavoz adjunto de la ONU, Farhan Haq, dijo en un comunicado que el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, se comprometió a apoyar a las partes y calificó el avance como «un hito importante que tiene el potencial de generar beneficios más amplios para el pueblo de Venezuela».
El Departamento del Tesoro de EE. UU. dijo que el acuerdo marca «pasos importantes en la dirección correcta para restaurar la democracia» en Venezuela, y respondió emitiendo una licencia a Chevron Corp para reanudar operaciones limitadas de extracción de petróleo en Venezuela.
La licencia permanecería en vigor durante seis meses mientras la administración del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, evalúa si el gobierno de Maduro cumple con los compromisos asumidos en el acuerdo, dijo el Departamento del Tesoro.
Chevron dijo que «continuará apoyando los programas de inversión social destinados a brindar ayuda humanitaria» en el país, y que la «decisión aporta mayor transparencia al sector petrolero venezolano».
La relajación de las restricciones a las operaciones de Chevron en Venezuela, que tiene las reservas de petróleo más grandes del mundo, permitiría que la nación avance hacia el reingreso a los mercados petroleros mundiales. Los esfuerzos internacionales para resolver la crisis venezolana han cobrado fuerza desde la invasión de Rusia a Ucrania y la presión que ha ejercido sobre los suministros energéticos mundiales.
Una declaración conjunta de Canadá, la UE, el Reino Unido y los EE. UU. prometieron “disposición para revisar las sanciones” a Venezuela, pero exigieron que libere a los presos políticos, respete la libertad de prensa y garantice la independencia de los órganos judiciales y electorales.
El presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de EE. UU., Robert Menéndez, un demócrata, dijo que la administración Biden debería moverse lentamente.
“Si Maduro vuelve a intentar usar estas negociaciones para ganar tiempo para consolidar aún más su dictadura criminal, Estados Unidos… debe retirar toda la fuerza de nuestras sanciones que llevaron a su régimen a la mesa de negociaciones en primer lugar”, dijo Menéndez. en un comunicado.
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