El significado de congelar el nombre de alguien en papel: rituales y creencias en distintas culturas

El acto de escribir el nombre de una persona en un papel y ponerlo en el freezer es uno de los rituales más extendidos y curiosos, practicado en distintos lugares del mundo con fines muy variados. Aunque para muchos puede sonar a superstición, este gesto tiene raíces profundas en la historia de la magia blanca y las tradiciones espirituales.

En la actualidad, quienes creen en la Ley de Atracción recurren a este método para intentar manifestar deseos, ya sea para atraer bienestar o alejar influencias negativas. Sin embargo, la práctica no es nueva: desde la antigüedad existen registros de culturas que adoptaban rituales similares con objetivos diversos.

Orígenes y creencias según cada cultura

En algunas tradiciones africanas, se pensaba que congelar el nombre de una persona servía para bloquear o neutralizar energías negativas dirigidas hacia uno mismo. De esa manera, buscaban evitar conflictos, envidias o situaciones desfavorables provenientes de otras personas.

Por otro lado, dentro de la magia europea, el ritual adquirió otro sentido: se utilizaba para “congelar” a alguien fuera de la vida del practicante, es decir, alejar a una persona que pudiera estar causando daño o malestar. Más allá del continente, la creencia central era que el hielo funcionaba como una barrera energética capaz de encapsular las malas vibraciones y mantenerlas alejadas.

Expertos en espiritualidad afirman que este tipo de ritual tiene su lógica interna. Al sellar el papel con el nombre y congelarlo, se estaría bloqueando la energía negativa, impidiendo que siga afectando la vida del que realiza el ritual. Así, el hielo se transforma en un escudo simbólico.

El paso a paso del ritual

Quienes deseen realizar este ritual deben tener en cuenta que la fe y la convicción en su poder son fundamentales. Los materiales necesarios son sencillos:

  • Un vaso de vidrio lleno de agua (también puede ser un frasco pequeño o una tapa de botella).

  • Un poco de sal gruesa.

  • Papel blanco y un bolígrafo de tinta negra.

El primer paso consiste en escribir, con la birome negra sobre el papel blanco, el nombre completo de la persona que se quiere alejar o de quien se percibe una influencia negativa. Es importante doblar el papel, asegurándose de que el nombre quede hacia adentro.

Luego, el papel se coloca en el vaso con agua y se le agrega la sal gruesa. En ese momento, la persona debe cerrar los ojos e imaginarse envuelta en una luz azul que actúa como protección, visualizando a la otra persona lejos, fuera de su círculo de energía.

A continuación, se recita el siguiente mantra:
“Me protejo y alejo de mí todo lo malo que me rodea. Soy amor, soy generoso/a y soy positivo/a. Gracias, gracias, gracias”.

Después de este paso, el recipiente se coloca en el freezer y se mantiene allí hasta que se perciba que el propósito del ritual se ha cumplido. Una vez logrado el objetivo, hay que sacar el envase, dejar que el agua se descongele y tirar tanto el agua como el papel en un lugar con tierra. Es fundamental lavar muy bien el vaso y nunca volver a utilizarlo para beber.