Texas mejora el acceso a la educación inicial, pero su inversión por alumno sigue rezagada

Texas ocupa el puesto 11 a nivel nacional en cuanto al acceso a la educación inicial para niños de 4 años, y el 15.º para los de 3 años. Sin embargo, en términos de gasto por alumno, el estado se ubica en el puesto 32, según un informe publicado este martes por el Instituto Nacional de Investigación en Educación Temprana (NIEER, por sus siglas en inglés).

El reporte, que analiza el estado de la educación inicial en todo el país, indica que en el ciclo lectivo 2023-24 había 248.371 niños matriculados en programas preescolares en Texas. Sin embargo, datos del Censo de EE. UU. estiman que hay cerca de dos millones de menores de cinco años en el estado.

A nivel estatal, el 11% de los niños de 3 años y el 52% de los de 4 años estaban inscriptos en algún programa de educación temprana, posicionando a Texas entre los 20 primeros estados en ambas categorías. No obstante, otros estados como Virginia Occidental, Nueva York, Georgia, Florida, Oklahoma y Colorado superan a Texas en términos de accesibilidad.

Allison Friedman-Krauss, investigadora y profesora asociada en el NIEER, explicó que muchos estados priorizan la educación preescolar para niños de 4 años antes que para los de 3 años, ya que es más económico. Además, son pocos los estados que ofrecen programas universales de preescolar para ambas edades.

“Participar en un programa de calidad durante dos años, en vez de uno, genera un impacto mayor y más duradero en los niños”, afirmó Friedman-Krauss. “Pero también implica un costo mucho más elevado para los estados brindar dos años de servicio en lugar de uno”.

El análisis del NIEER también señala que Texas gasta 4.682 dólares por cada niño matriculado en un programa preescolar, incluyendo fondos federales. Sin embargo, el costo estimado para ofrecer un preescolar de alta calidad en Texas asciende a 13.780 dólares anuales.

Aunque el gasto por alumno aumentó levemente respecto al año anterior, sigue siendo considerablemente inferior al de 2002, cuando se destinaban 5.696 dólares por niño.

A pesar de este nivel de gasto, Friedman-Krauss destacó que el acceso a la educación inicial para niños de 4 años en Texas es amplio: el 91% de los distritos escolares ofrecen programas preescolares.

Además, las grandes ciudades texanas suelen contar con programas de preescolar mejor financiados y con estándares más altos. San Antonio, por ejemplo, ofrece el programa Pre-K 4 SA, financiado por la ciudad, que brinda educación inicial a bajo costo para niños de 3 y 4 años.

No obstante, la existencia de programas municipales de calidad plantea interrogantes sobre la equidad en el acceso, advirtió Friedman-Krauss.

La educación temprana abarca los procesos formales e informales de aprendizaje desde el nacimiento hasta el segundo grado de primaria, incluyendo el preescolar y el cuidado general de los niños.

Muchas familias dependen de programas preescolares accesibles como opción de cuidado infantil, ya que las escuelas pre-K también suelen ofrecer este servicio.

A pesar de la inversión de San Antonio en educación inicial, un estudio encargado por la ciudad y realizado por la Universidad Texas A&M-San Antonio reveló que el número de plazas disponibles en centros de cuidado infantil era un 30% menor que la cantidad para la cual estaban habilitados.

Esto significa que había unas 20.000 vacantes menos de las que se esperaba, y solo el 66% de las familias con hijos menores de cinco años tenía acceso a cuidado infantil en el condado de Bexar.

Según comentó Sarah Baray, directora ejecutiva de Pre-K 4 SA, durante una visita en abril a un nuevo centro de educación temprana en el sur de San Antonio, en un día cualquiera apenas hay 1.000 plazas disponibles para bebés y niños pequeños en la ciudad.

“Es un problema que afecta tanto a los niños como a la fuerza laboral”, señaló Baray, remarcando que las empresas consideran la disponibilidad de cuidado infantil a la hora de decidir dónde instalarse.

En Texas, para que un niño sea elegible para asistir a un programa preescolar financiado con fondos públicos, debe cumplir con ciertos requisitos: calificar para almuerzo gratuito o a precio reducido, estar en situación de calle o bajo cuidado tutelar, tener un padre en servicio militar activo o lesionado en acto de servicio, o ser aprendiz del idioma inglés.

El estado comenzó a financiar programas preescolares en 1985, destinando recursos para medio día de clases para niños de 4 años que cumplían con ciertos criterios. En 2019, la aprobación de la Ley HB3 permitió financiar programas de jornada completa, y en 2023 se flexibilizaron los requisitos para contratar docentes en programas preescolares no públicos.

La Ley HB 2729 redujo las exigencias académicas para los maestros de preescolar no públicos, eliminando la necesidad de contar con un título universitario o certificación estatal.

Debido a esta flexibilización de requisitos, Texas solo cumple con dos de los diez estándares que el NIEER considera esenciales para garantizar la calidad en la educación preescolar: contar con estándares de aprendizaje y evaluaciones, y exigir ciertos controles de salud a los alumnos.

“Vemos nuestros estándares como el mínimo indispensable de calidad”, concluyó Friedman-Krauss. “Si un estado solo cumple dos de ellos, probablemente no esté ofreciendo un programa de calidad”.

En contraste, para enseñar a niños de 4 años en escuelas públicas de Texas todavía se requiere poseer un título universitario de cuatro años en educación temprana.