Crisis aérea en EE. UU.: El cierre del gobierno paraliza vuelos en 40 aeropuertos
Parálisis federal golpea el transporte aéreo
La parálisis del gobierno federal de Estados Unidos, que ya alcanza su día número 38, ha generado un caos significativo en el sistema aéreo del país. La escasez de controladores de tráfico aéreo y de agentes de seguridad en los aeropuertos, debido a la falta de pagos por parte del gobierno, provocó la cancelación de más de 1.200 vuelos y retrasos en al menos 800 más, afectando a terminales de 40 ciudades. La situación representa el shutdown más largo en la historia del país.
Aeropuertos clave sufren restricciones operativas
Entre los aeropuertos más perjudicados se encuentran los de Washington D.C., Dallas, Atlanta, Chicago, Miami, Los Ángeles, San Francisco, Boston y Filadelfia. De acuerdo con el New York Times, ya se ha implementado una reducción del 4% en las operaciones de los principales aeropuertos, aunque se estima que en los próximos días este recorte pueda aumentar hasta un 10%.
El secretario de Transporte de Estados Unidos, Sean Duffy, advirtió que, si el Congreso no logra aprobar el presupuesto de 2026, las limitaciones podrían escalar hasta una reducción del 20% de vuelos para la semana del Día de Acción de Gracias, el 27 de noviembre. Duffy señaló que muchos controladores podrían verse forzados a buscar empleos alternativos para subsistir, dado que ya no están recibiendo su salario.
Personal sin salario: controladores y agentes en riesgo
En total, de los 14 mil controladores de tráfico aéreo del país, aproximadamente 11 mil están trabajando sin recibir remuneración y unos 3 mil han sido suspendidos temporalmente. Además, más de 50 mil agentes de seguridad en aeropuertos también se encuentran en funciones sin haber cobrado en semanas.
La situación ha causado gran malestar entre los viajeros. “Reducir los vuelos puede ser comprensible si es por razones de seguridad, pero nunca debimos haber llegado a este punto”, declaró Elvira Buchi, quien esperaba a su hija en el aeropuerto LaGuardia, en Nueva York. Por su parte, José Rincón, de 78 años, expresó su frustración en el aeropuerto de Miami: “No entiendo por qué el gobierno permite que esto continúe. Se trata de algo tan básico como la seguridad de los pasajeros”.
Más de 5 mil vuelos afectados solo en un día
Este viernes 7, más de 700 vuelos fueron cancelados y otros 5.300 registraron retrasos. Según datos del sitio especializado FlightAware, al menos diez aeropuertos, entre ellos Atlanta, San Francisco, Houston, Phoenix, Newark y Washington D.C., reportaron demoras significativas debido a la falta de personal de control aéreo. En la capital, los vuelos presentaron en promedio hasta cuatro horas de atraso, y casi el 40% de las operaciones se encontraban fuera de horario, con un 17% directamente cancelado.
Impacto internacional limitado… por ahora
Las aerolíneas United y Delta aseguraron que sus vuelos internacionales de largo recorrido no se vieron afectados en el primer día de restricciones. Sin embargo, el director ejecutivo de la aerolínea Frontier, Barry Biffle, recomendó a los pasajeros tomar previsiones: “Si tiene que asistir a una boda, un funeral o cualquier evento importante en los próximos días, considere comprar un boleto de respaldo con otra aerolínea”.
Presión política en el Congreso
El origen del shutdown radica en la falta de aprobación del presupuesto federal por parte del Congreso. El gobierno necesita 60 votos en el Senado para aprobarlo, pero solo 53 senadores pertenecen al partido republicano. La disputa gira principalmente en torno a los programas de salud pública: los demócratas se niegan a aprobar el presupuesto sin garantías de ampliación de los subsidios médicos, lo que ha estancado las negociaciones.
La administración de Donald Trump ha intentado presionar a los legisladores opositores mostrando el impacto directo de la parálisis en servicios esenciales como la aviación. No obstante, los demócratas responsabilizan a los republicanos por negarse a dialogar sobre los términos sociales del presupuesto.
Una situación al borde del colapso
“Evaluamos los datos y tomaremos decisiones con base en lo que observamos en el espacio aéreo”, declaró el secretario Duffy ante periodistas, sin descartar nuevos recortes. La amenaza de una interrupción del 20% de las operaciones sigue latente, mientras crece la incertidumbre entre pasajeros, trabajadores y compañías.
El futuro inmediato del transporte aéreo en Estados Unidos dependerá de la capacidad del Congreso para resolver este enfrentamiento presupuestario. Hasta entonces, millones de pasajeros deberán prepararse para más cancelaciones, retrasos y largas filas, en medio de una crisis que afecta la columna vertebral de la movilidad nacional.









